Playa de Gueirúa y la magia del Cantábrico

La playa de Gueirúa es un referente de la fotografía de paisaje del norte de España. He visto verdaderas maravillas de este rincón de la costa pixueta que, pese a tenerla tan cerca de casa, la he visitado en contadas ocasiones. Todo el litoral del concejo de Cudillero es una caja de sorpresas llena de calas y rincones de un encanto muy especial. Pero en concreto, el tramo que se encuentra entre Gueirúa y la famosa playa del Silencio, se envuelve en un mágico halo que se despliega en todo su esplendor a última hora de la tarde.

Playa de Gueirúa en Cudillero. 2017. ©Miki López

El hechizo de una playa

Auténticas legiones de fotógrafos recorren estos escenarios durante todas las épocas del año, buscando ese hechizo salado del Cantábrico que, con su ímpetu salvaje, dibuja a fuerza de temporales la recortada costa del norte peninsular. Pero paradójicamente, este mar del norte se calma en este espacio natural de Gueirúa y el Silencio convirtiéndolo habitualmente en un remanso de paz en el que uno se adormece arrullado por el rumor suave de las olas.

Playa de Gueirúa en Cudillero. julio de 2017. ©Miki López

Desciendo las escaleras de la playa sin perder de vista el pedrero, La luz comienza a caer matizada por las siempre eternas nubes asturianas. Gris y azul se funden en una luz que invita a disparar en blanco y negro, pero para mi, precisamente ese tono, enriquecido por colores suaves, aumenta el embrujo de la Gueirúa y su entorno. Distingo alguna silueta entre las rocas. Paseantes solitarios que, cámara en mano, se dejan embaucar por el momento contemplando ese horizonte que se encuentra tan cerca del cielo.

De Cudillero

Una familia camina entre las piedras de la bajamar. Hablo con ellos. Son vecinos de Santa Marina y están acostumbrados al trajín de fotógrafos que se pasan horas contemplando la evolución de la luz durante horas y horas, buscando el momento justo de apretar el disparador.de sus cámaras aparapetadas sobre robustos trípodes Y lejos de sentirse agobiados con tanta afluencia de aficionados a la foto, dedican parte de su tiempo a ayudar e informar sobre el entorno de este rincón tan especial del concejo pixueto.

Cudillero no sólo tiene suerte de contar con su paisaje y su famoso anfiteatro. Cudillero puede presumir de estar lleno de una gente tan maravillosa como la misma playa de Gueirúa. Y de ello doy fe.

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